Chilangos, de templo del ocio nocturno y mítico hostal a apartamentos de veraneo en Portosín

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez NOIA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

El negocio floreció en las décadas de los 80 y 90 y hasta tiene una canción propia gracias al grupo Momboi

09 may 2024 . Actualizado a las 20:29 h.

Llama la atención por su situación. A orillas de la carretera comarcal AC-550 y con la playa de Ornanda prácticamente a sus pies se erige un inmueble de planta cuadrada de un tamaño considerable. Su fachada hoy es blanca, pero no hace tanto lucía unas llamativas pinturas con unas palmeras y podría leerse en la planta baja Disco Chilangos. En su día fue uno de los templos del ocio nocturno en la comarca, mientras la planta superior se dedicaba a alojamientos. Era el no menos mítico Hostal Azteca. Pasó por años de decadencia y no hace mucho se acometieron unos trabajos de restauración y puesta a punto para darle un lavado de cara y devolverlo al mercado inmobiliario.

Y es que, en esta nueva vida, la construcción, que ya forma parte del paisaje del litoral sonense, se comercializa como apartamentos de veraneo, mientras que el espacio en el que antaño sonenses y visitantes movieron las caderas sobre la pista de Chilangos se oferta como bajos comerciales.

Una gran valla anuncia la venta de bajos y apartamentos de dos y tres habitaciones con plaza de garaje. El aspecto del inmueble ha cambiado radicalmente en los últimos tiempos: se ha acondicionado la cubierta, se han pintado las fachadas, se ha arreglado el interior y se ha adecentado y limpiado el exterior. De manera que está habitable y listo para posibles compradores. De hecho, algunos apartamentos ya están ocupados, algunos desde que fueron adquiridos hace años.

Proyectos infructuosos

La venta de apartamentos es un proyecto más de los muchos que se han planteado en los últimos años en la antigua discoteca sin que hasta ahora ninguno haya prosperado. En el 2016 el propietario del histórico complejo hostelero gestionaba la restauración del edificio para convertirlo en un hotel y un cámping, y un par de años más tarde era otro empresario el que mostraba su interés en poner en marcha un hotel y tramitaba los permisos correspondientes.

También se planteó la posibilidad de que el espacio que ocupó Chilangos se convirtiese en un restaurante, sin embargo, ninguna de esas propuestas se ha concretado. «Hai varias ideas para desenvolver negocios aí, pero ata onde sabemos no Concello, non hai ningún proxecto en firme», explicaba el alcalde sonense, Luis Oujo.

El tamaño del edificio y su ubicación junto a la playa hacen del antiguo hostal y discoteca un espacio idóneo para negocios vinculados al turismo, que fue precisamente su origen. Ese pasado esplendoroso, sobre todo en la década de los 80, pero también en los 90, lo recuerdan los integrantes de la banda noiesa Momboi, que incluso le han dedicado una canción: Hostal Azteca, publicada hace justo cuatro años, en abril del 2020.

Época de esplendor

Cuenta uno de los integrantes del grupo, Brais Sánchez, que fueron los recuerdos de las vacaciones de su niñez los que le llevaron a escribir la canción, que se incluye en el disco denominado, precisamente, Vacacións en Ornanda: «Cando era cativo, levábanme de vacacións alí, non sei moi ben por que, porque nos queda ao lado da casa, pero botábamos alí un mes no verán. Había familias que repetían todos os anos e fixen moitos amigos».

Hace un lustro, el inmueble, que mantenía en la fachada las pinturas de su edad dorada, presentaba una imagen de abandono.
Hace un lustro, el inmueble, que mantenía en la fachada las pinturas de su edad dorada, presentaba una imagen de abandono. MARCOS CREO

Cuenta que cuando él veraneaba en el hostal Azteca, a finales de los 90, el negocio estaba ya un poco venido a menos tras el esplendor que había alcanzado en la década anterior: «Nos anos 80 era lo más». Aun así, existía la sala de fiestas y discoteca Chilangos, y en el complejo, en un pequeño edificio independiente que ya no existe, había también una hamburguesería.

Brais conserva el recuerdo de aquellos veranos y de la «curiosa» decoración, un tanto hortera, del establecimiento, que fue una fuente de inspiración para el trabajo musical de Momboi: «Tiña ese aire exótico, tropical, coas palmeiras pintadas... Recordábame á música que facemos... O que fixemos foi unir a sonoridade do disco co hotel».

Intentaron que el hostal Azteca fuera escenario del vídeo de la canción, no fue posible, pero Brais pudo volver a pisar el edificio de los veranos de su infancia. Un inmueble en el que todavía quedan historias por escribir.